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Complementos - redundancia pronominal

Duplicación de los complementos

© Justo Fernández López

Gramática española - Nivel superior

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Duplicado del complemento directo e indirecto - La redundancia pronominal

Clítico: En la lingüística actual, ‘clítico’ suele usarse con un sentido más restringido para hacer alusión a ciertas unidades gramaticales átonas cuyo funcionamiento se aproxima al de los afijos, como son las tradicionalmente llamadas formas pronominales átonas del pronombre personal: me, te, se, nos, os, se, le, les, lo, la, los, las.

El uso pleonástico del pronombre personal átono (clítico) consiste en la utilización de un clítico para indicar el objeto directo o indirecto ya representado en la oración por un sustantivo, un pronombre, otro pronombre personal tónico, una oración subordinada sustantiva o una oración de relativo. En español, los pronombres átonos de objeto (dativo, acusativo) aparecen en muchos casos junto al verbo en presencia del complemento directo o indirecto. Este fenómeno se conoce como redundancia pronominal, duplicación de clíticos, reduplicación de clíticos, doblado de clíticos, uso pleonástico de clíticos lo que distingue al español de otras lenguas románicas como el francés o el italiano, que no admiten nunca la coaparición de un clítico y un sintagma complemento directo o indirecto.

«En realidad la calificación de "pleonástico" no resulta del todo adecuada, pues esta palabra parece aludir al carácter redundante -y por ende, innecesario- del pronombre átono, cuando la verdad es que su aparición en el contexto puede ser totalmente obligatoria. [...] El uso de la forma átona depende de factores distintos de los que condicionan la aparición del complemento mediante una forma tónica o sustantivo.» [Porto Dapena, A.: Los pronombres. 1986, p. 35-36]

«Demonte 1995 muestra que el doblado de clíticos dativo no es, en ningún caso y en sentido estricto, opcional. Elabora un análisis de los dos tipos de estructura (con y sin doblado), según el cual tal alternancia puede relacionarse con la que se da en inglés en la llamada construcción de "doble objeto", que ejemplifica casos como John gave a book to Mary / John gave Mary a book, "Juan (le) dio un libro a María".» [Fernández Soriano, O.: "El pronombre personal", en: Bosque, I. / Demonte, V. (eds.): Gramática descriptiva de la lengua española. Madrid, 1999, § 19.4.1, n. 62]

«Anáfora y catáfora

Por anáfora entendemos el hecho de asumir el significado de una palabra anteriormente mencionada en el discurso. Por catáfora entendemos la anticipación de la significación de una palabra que se mencionará después en el discurso.

Anáfora: ya conoces a Juan, no le gustan esas bromas.

Catáfora: le di eso a Juan [Marcos Marín, Francisco: Aproximación a la Gramática Española. Madrid: Cincel, 1986, p. 146]

El doblado o duplicación de objetos directos e indirectos se ajusta a restricciones bien definidas. "Las construcciones de doblado del complemento son mayoritarias en español: se dan siempre que el objeto sea pronominal y, dentro de los no pronominales, sólo tienen restricciones con objetos directos. Hay, además, variación entre los distintos dialectos del español por lo que se refiere a las construcciones redundantes que se permiten y las restricciones a que están sometidas." (Fernández Soriano, o. cit.)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Complemento

 

 

antepuesto

al verbo

 

 

directo

 

La duplicación del complemento directo preverbal mediante un pronombre personal átono (clítico) es obligatoria.

Excepto cuando el complemento directo preverbal es indeterminado o inespecífico: Malas noticias me traes.

indirecto

La duplicación del complemento indirecto preverbal mediante un pronombre personal átono (clítico) es obligatoria.

 

 

 

 

 

pospuesto

al verbo

 

 

 

 

directo

Solo es normal la duplicación del complemento directo posverbal, aunque no es obligatoria en todo el ámbito hispánico, cuando el complemento directo tiene referencia humana y contiene los cuantificadores universales: todo(s)/toda(s) y un numeral precedido de artículo con referente animado, el indefinido uno/una referido a la persona que habla.

La duplicación del complemento directo posverbal es ajena a la norma culta, pero es normal en algunas regiones americanas, sobre todo en los países del Río de la Plata.

 

 

 

 

 

 

indirecto

La duplicación del complemento indirecto posverbal mediante el clítico es normalmente opcional, aunque suele ser lo más frecuente, cuando se trata de complementos directos argumentales (exigidos por el verbo): verbos que expresan un proceso de transmisión de algo a un destinatario, o indican transmisión de mensaje o de un conocimiento.

La duplicación es necesaria con los verbos que expresan beneficios o perjuicios, posesión o parte inalienable, así como con los verbos gustar, encantar y sinónimos; suele ser necesaria en los verbos cuyo complemento indirecto designa, no al destinatario de la accion, sino al que la experimenta: verbos de afección psíquica o física, como molestar, divertir, interesar, cansar, etc. y otros como parecer, resultar, convenir, etc.

Cuando la función de complemento indirecto es desempeñada por los cuantificadores universales todo, nadie o similares, la presencia del pronombre átono no resulta siempre necesaria.

 

«La alternancia posesiva y benefactiva

Los verbos que expresan una relación de posesión (o de parte-todo) entre el OD y el OI, así como los verbos de creación o modificación que se construyan con un benefactivo presentan la posibilidad de realizar el objeto posesivo o benefactivo de dos maneras sintácticas diferentes: bien doblado mediante un clítico, bien introducido por una verdadera preposición:

Le cortaba el pelo a sus hermanas y

Cortaba el pelo de sus hermanas,

Le organizó la recepción al ministro y

Organizó la recepción para el ministro.

También las estructuras con objetos indirectos metas presentan esta alternancia, al poder ser construidas tanto con clítico como sin él:

Le entregó el examen al profesor,

Entregó el examen al profesor.

La posibilidad de realizar de dos modos estas estructuras implica no sólo un cambio sintáctico sino también de estructura eventiva.

Demonte (1994) propone que la presencia del clítico y, por tanto, de una estructura de doblado conlleva que el dativo se interprete como un argumento afectado por la acción verbal. Este concepto semántico de afectación implica que la estructura con clítico se inserta en una predicación télica que denota la culminación o completud del evento descrito por el predicado. Si esta hipótesis es cierta y si la presencia del clítico marca la culminación del evento, esperaremos que los modificadores adverbiales de duración, susceptibles de acompañar a eventos atélicos de actividad resulten incompatibles con la estructura doblada:

??Juan le escribió una carta a su novia durante cinco horas.

Juan escribió una carta a su novia durante cinco horas.

Como se aprecia, la presencia del modificador durativo resulta considerablemente peor cuando tenemos una estructura con doblado.

Pero, además, la estructura con el clítico requiere que el dativo se interprete como el poseedor inalienable, es decir, como una parte sustancial del objeto. Esto explicaría el contraste existente entre

Le acarició la mano a la chica y

*Le acarició el perro a la chica.

Le puse el mantel a la mesa y

*Le puse los platos a la mesa.

Tanto la mano como el mantel se interpretan como partes sustanciales de la chica y de la mesa, respectivamente, por ello se construyen con el clítico. En cambio, ni el perro ni los platos parecen interpretarse como partes inherentes de los objetos chica y mesa

[Rodríguez Ramalle, Teresa María: Manual de sintaxis del español. Madrid: Editorial Castalia, 2005, § 3.4.2]

Duplicado del pronombre personal en función de complemento

"Si el complemento tónico es también un pronombre personal, la coaparición del pronombre átono es obligatoria, tanto si el complemento es directo como indirecto:

Me castigaron a mí. [no *Castigaron a mí.]

A ti te dieron el premio. [no *A ti dieron el premio.]

Aunque son posibles, en estos casos, oraciones idénticas sin el complemento tónico:

Me castigaron;

Te dieron el premio,

existen diferencias expresivas de importancia entre ambas posibilidades: la presencia del complemento tónico denota un propósito de contraste o discriminación, ausente de la oración en la que solo aparece el pronombre átono; así, en Me castigaron a mí, frente a Me castigaron, se subraya el hecho de que ha sido solo a mí, y no a otros igualmente merecedores de ello o más culpables que yo, a quien se ha castigado." [RAE: DPD 2005: 528]

Cuando la función de complemento directo o indirecto la ejerce un pronombre personal, es obligada la presencia del pronombre personal átono; la forma tónica del pronombre es opcional. La forma átona no necesita de la tónica; si aparece es por necesidad expresiva, para mostrar oposición con otra persona o para evitar la ambigüedad:

El cartero me entregó a mí la carta.

El cartero le entregó a ella la carta.

A ella le dieron una invitación y a él no le dieron ninguna.

"Las lenguas romances desarrollan la posibilidad latina del régimen repetido, para evitar confusiones, en algunos casos (valor semántico) y para indicar la función del régimen que repite el pronombre átono (valor sintáctico). El español, rumano y portugués desarrollan esta tendencia mucho más que las restantes lenguas románicas." [Marcos Marín, Francisco: Aproximación a la Gramática Española. Madrid: Cincel, 1986, p. 148]

"Los clíticos parecen tener la propiedad de asignar a la oración marcas de concordancia añadidas en aquellos casos en los que tales marcas no estén presentes en la morfología verbal." [Rodríguez Ramalle 2005: § 4.4.1.1]

En el caso de la forma de cortesía usted se encuentran varios casos de usted no doblado, tanto de objeto directo como indirecto:

Agradezco a usted su amable ayuda.

¿En qué puedo servir a usted?

No hay más que ver a usted para comprender lo que se puede conseguir con el esfuerzo.

La socios agradecen a usted el tiempo que hasta hoy le ha dedicado a nuestro club.

La Empresa Municipal de Transportes agradece a usted la utilización de sus autobuses.

El pronombre tónico ello nunca aparece como complemento directo, pero cuando aparece como complemento indirecto puede no estar reduplicado:

Ahora no voy a tratar este tema. Dedicaré a ello un artículo especial.

A ello cabría añadir el impacto mediambiental.

A ello debemos reverencia.

Duplicado del complemento directo antepuesto al verbo

El doblado del complemento directo antepuesto al verbo es obligatorio:

A mis hijos los veo sólo los fines de semana.

Esta carta hay que mandarla hoy urgentemente.

A mi padre lo despidieron del trabajo.

Sus cartas las guardó toda su vida.

Que se había casado conmigo por dinero lo noté sólo unos años más tarde.

Un error lo tiene cualquiera.

Neonazis los encontramos en esta región limítrofe sobre todo entre los jóvenes.

Un día así hay que celebrarlo.

Algunos temas no los hemos tratado todavía.

Excepto cuando el complemento directo antepuesto al verbo es indeterminado o inespecífico:

Malas cosas cuentas.

Malas noticias me traes.

Cervezas ya no nos quedan.

Educación tiene poca.

Libros no tiene, pero discos un montón.

He comprado todo, pero alcachofas no he podido encontrar.

Gente no había por la calle.

Pisos en venta hay por todas partes.

Amigos tiene pocos, pero amigas...

Yo carne no como.

Dinero tiene para parar un carro.

Arrogancia tiene mucha.

Yo café solo nunca tomo. Yo el café lo tomo siempre con leche.

Madre sólo hay una.

Hijos no tenemos.

Preguntas tendría muchas, pero se acaba el tiempo.

Duplicación del complemento directo antepuesto al verbo haber en forma impersonal.

Partidos nacionalistas los hay y los ha habido siempre en este país.

A veces se encuentra la forma arcaizante haylo, hayla, haylos, haylas:

Problemas, haylos. > Problemas sí los hay.

No creo en las brujas, pero haberlas haylas.

"Deben diferenciarse estas construcciones, con el complemento tónico antepuesto y coaparición del pronombre tónico, de aquellas en que la anteposición del complemento es enfática, contrastiva, en las que no coaparece el pronombre átono:

Un libro te daré, y no dos (y no *Un libro te lo daré, y no dos)." [RAE: DPD 2005: 529]

Duplicado del complemento indirecto antepuesto al verbo

Si el complemento indirecto se antepone al verbo por énfasis o topicalización, se ha de repetir la función de complemento indirecto con el pronombre personal átono (clítico) correspondiente:

A mi mujer le he regalado una pulsera para su cumpleaños.

A los padres les voy a dar la noticia yo.

A mis amigos les voy a mandar una invitación para mi cumpleaños.

A mí me dio la mano y a mi hijo le dio un beso.

Duplicado del complemento directo pospuesto al verbo

En el español estándar, el complemento directo pospuesto al verbo no suele admitir el doblado, salvo que se trate de un pronombre personal tónico.

*Lo compré este libro en una librería de París. > Este libro lo compré en una librería de París.

*Los visitó a los enfermos en la clínica. > Visitó a los enfermos en la clínica.

Nos saludó a nosotros desde el balcón.

Lo llamé a él a casa, pero ya había salido.

Son generales, sin embargo, ciertos casos de lo neutro pronominal que anticipa un complemento directo formado por una oración subordinada sustantiva. Este es un uso catafórico del pronombre personal que sirve para descargar la frase de elementos complejos:

Ya le he dicho a mi mujer que hoy volvería tarde a casa. =

Ya se lo he dicho a mi mujer que hoy volvería tarde a casa.

Ya se lo he dicho a mi mujer.

Ya se lo he dicho. [se = mi mujer; lo = que hoy volvería tarde a casa]

Loque vendrá.

Ya lo creo que vendrá.

Solo es normal la duplicación del complemento directo pospuesto al verbo, aunque no es obligatorio, en todo el ámbito hispánico cuando el complemento directo es tiene referencia humana y contiene l

los cuantificadores universales: todo, todos, todas

Lo sabe todo.

Los conocía a todos.

Las conocía a todas.

El complemento directo todo lo que, todos los que, todas las que no es duplicable.

No recuerda todo lo que ha dicho porque estaba borracho.

un numeral precedido de artículo y con referente animado

Los invité a los cuatro.

Las invité a las cuatro chicas.

el indefinido uno / una cuando el referente es la persona que habla

Si lo ven a uno copiando, lo expulsan de la clase.

Si la ven a una copiando, la expulsan de la clase.

También favorece la duplicación del complemento directo pospuesto al verbo las oraciones de carácter enfático:

Ya lo creo que será castigado.

¡Vaya si las castigo a las chicas!

"La duplicación del complemento directo en otros casos es ajena a la norma culta de gran parte del ámbito hispánico, pero es normal en algunas regiones americanas, especialmente en los países del Río de la Plata". [RAE: DPD 2005: 529]

Redundancia pronominal y variación dialectal

El dialecto hablado en la zona de Río de la Plata permite el doblado de complementos directos pospuestos al verbo mediante el clítico acusativo lo/la, cuando el complemento directo es animado y va precedido por la preposición a. A veces el complemento directo o no animado pero específico va también precedido de la preposición a:

Lo vi a mi padre.

La encontré a mi hija.

¿Tú la friegas a la cocina?

Aunque también hay ejemplos de duplicación del complemento directo pospuesto al verbo aunque no es animado ni va precedido de la preposición a:

A veces hay que verlas las cosas para aprenderlas.

Uno los ve los problemas, digamos, reducidos en su dimensión.

Parece que el rasgo que determina el doblado en el español de Argentina es la especificidad o posibilidad de referirse a un objeto identificado y conocido en el mundo real. Por ejemplo, no es posible el duplicado en una estructura inespecífica:

*No lo oyeron a ningún ladrón. > No oyeron a ningún ladrón.

*Lo premiarán al niño que termine su tarea primero. > Premiarán al niño que termine su tarea primero.

En el español hablado en las regiones andinas de Perú y Bolivia, lo habitual es encontrar el doblado del complemento directo en cualquier contexto, animado o no, tanto específico y definido, como inespecífico e indefinido:

No lo encontró a su hijo.

Se lo llevó una caja.

"En estos casos el único clítico documentado es lo, que sirve para doblar cualquier objeto, no importa sus rasgos funcionales. Este hecho parece sugerir que el clítico lo se utiliza en estas variedades como una marca general de caso acusativo, válida, en consecuencia, para cualquier tipo de objeto directo. Este lo invariable que marca el OD se ha relacionado con la partícula enclítica -ta, que en quechua se interpreta como marca general de OD." [Rodríguez Ramalle 2005: § 4.4.1.1]

El dialecto hablado en Quito (Ecuador) muestra leísmo generalizado para complementos directos de persona y cosa, masculino y femenino. A diferencia de otros dialectos leístas, se produce doblado del complemento directo:

Le llamará al taxi.

Ya le veo a la camioneta.

El español hablado en el País Vasco usa la forma le para complemento directo masculino y femenino, pero sólo con referente humano:

No le conozco a la novia de Txetxu.

"Existen, pues, variedades del español en que los objetos directos aparecen siempre en construcciones de reduplicación por clíticos, bien por la forma etimológica lo / la, bien por la de dativo le, en dialectos con leísmo generalizado." [Fernández Soriano 1999: § 19.4.2]

Duplicado del complemento indirecto pospuesto al verbo

"En el caso de complemento indirecto pospuesto al verbo, la coaparición del pronombre átono es normalmente opcional y suele ser lo más frecuente, especialmente en la lengua oral". [RAE: DPD 2005: 529]

El duplicado del complemento indirecto pospuesto al verbo es opcional (aunque preferible) con los verbos que expresan metas o destinatarios, recepción o destino: verbos de transferencia de posesión: dar, regalar, vender; verbos de transferencia de conocimiento: enseñar, mostrar; verbos de transferencia de información: decir, comunicar. Se trata de complementos directos argumentales, es decir, exigidos por el verbo: verbos que expresan un proceso de transmisión de algo a un destinatario, o indican transmisión de mensaje o de un conocimiento.

La abuela le dio un beso al nieto. > La abuela dio un beso al nieto.

Le presté el coche a mi vecino. > Presté el coche a mi vecino.

Les dio las gracias a todos los presentes. > Dio las gracias a todos los presentes.

Si el complemento directo aparece como un pronombre clítico, la presencia del pronombre clítico indirecto es obligatoria:

El padre dio la paga al niño. / El padre le dio la paga al niño.

*El padre la dio al niño.

El padre se la dio al niño.

"Una oración como Juan le escribió la nota a María puede ser ambigua entre una lectura benefactiva, en la que María se beneficia de la acción realizada por Juan, y otra posesiva, en la que la nota es propiedad de María. Si tomamos un verbo de transferencia, las posibilidades interpretativas aumentan: en Andrea le vendió el apartamento a su primo, a su primo puede ser benefactivo, posesivo y también meta, en el caso de que su primo sea el comprador del apartamento. Lo interesante es que si el clítico desaparece, la lectura que queda es sólo la de meta. [...] La presencia del clítico no sólo tiene consecuencias estructurales, pues, desde un punto de vista interpretativo, las secuencias de doblado de OI poseen una lectura télica y afectada del objeto." [Rodríguez Ramalle 2005: § 4.4.1.2]

La duplicación mediante clítico es necesaria cuando el dativo recibe un papel semántico que no es el regularmente asignado de destinatario. Se trata del dativo experimentante, beneficiario, posesor inalienable con verbos que expresan beneficios o perjuicios; con verbos que expresan posesión, es decir, parte alienable; con los verbos gustar, encantar y sinónimos.

Le corregí la redacción a mi hijo.

Le rompió la cara de una bofetada.

Le han sacado la muela del juicio al niño. [‘su muela’]

Le escayolaron el brazo a mi mujer. [‘su brazo’]

¿Le gustan a tu hijo los chocolates de fruta?

¿Le gustan a tu madre los bombones rellenos?

"En general, suele ser necesaria la duplicación en los verbos cuyo complemento indirecto designa, no al destinatario de la accion, sino al que la experimenta. Este es el caso de los verbos de afección psíquica o física, como molestar, divertir, interesar, cansar, etc. y otros como parecer, resultar, convenir, etc." [RAE: DPD 2005: 529]

Le molestó a su hijo que le dijera que era un vago.

Le ha cansado a la abuela el paseo.

Le pareció bien al jefe nuestro plan.

No le conviene al niño comer tantos chocolates.

Cuando el complemento indirecto aparece en una oración intransitiva (sin apoyo de un complemento directo), la duplicación mediante el pronombre personal átono (clítico) es necesaria. En estos casos, es frecuente que el complemento indirecto aparezca delante del verbo. También pueden aparecer detrás del verbo, pero esta posición resulta más violenta.

En otoño, a los árboles se les cae la hoja.

En otoño, se les cae la hoja a los árboles.

"Cuando la función de complemento indirecto es desempeñada por los cuantificadores universales todo, nadie o similares, la presencia del pronombre átono no resulta siempre necesaria." [RAE: DPD 2005: 529]

Tu decisión no le gustó a todo el mundo. / Tu decisión no gustó a todo el mundo.

Sus palabras no le molestaron a nadie. / Sus palabras no molestaron a nadie.

Les cansó a todos con su discurso. / Cansó a todos con su discurso.

Es incorrecto el uso del pronombre átono singular le, frecuente en Hispanoamérica, para anticipar un complemento indirecto en plural:

*El niño no le hace caso a los padres. > El niño no les hace caso a los padres.

*No le regala nada a los hijos. > No les regala nada a los hijos.

Duplicado del predicado nominal antepuesto al verbo

Duplicado opcional del predicado nominal antepuesto a los verbos copulativos ser, estar, parecer mediante el clítico lo:

Terapeuta no lo puede ser cualquiera. > Terapeuta no puede ser cualquiera.

Enfadado sí que lo estaba. > Enfadado sí estaba.

Muy bonita no lo era, pero era simpática. > Muy bonita no era, pero era simpática.

Anticipación del predicado nominal todo pospuesto a los verbos copulativos ser, estar, parecer mediante el clítico lo:

lo eres todo para mí.

Aparición indebida de clíticos en oraciones de relativo

Hay ejemplos en los que aparece el pronombre redundante de objeto directo en una oración de relativo:

Una pregunta que nunca se la había hecho a nadie.

Estos son ejemplos del Cantar de Mio Cid que, fechado hacia 1140, lo conocemos por la copia del siglo XIV.

Esa cuestión que la trató con tanta profundidad Xavier Zubiri.

Escribió una autobiografía que la publicó poco antes de morir.

"Influye en la abundancia de este tipo de construcciones la fosilización del relativo en la forma que, la cual ha eliminado por completo a cuyo de la lengua hablada, y está en trance de eliminar a quien, que se ve reforzado en estos años, paradójicamente, por las malas traducciones anglizantes de who. En el caso de cuyo se ha impuesto por completo la construcción que su en el lenguaje coloquial:

mucha parte de mi tiempo se lo dedico al Centro

los días jueves se lo dedico a mi hobby

Podemos advertir en estos ejemplos la fosilización de la forma redundante de objeto directo lo, que es invariable. [...]

El árabe exige un pronombre redundante especialmente en las construcciones relativas. Esta construcción ser repite con abundancia en las traducciones medievales de obras árabes." [Marcos Marín, Francisco: Aproximación a la Gramática Española. Madrid: Cincel, 1986, p. 147-148]

"En la lengua oral y, en general, en registros poco cuidados, aparece indebidamente en ocasiones un pronombre personal átono dentro de una oración de relativo, con el mismo referente y cumpliendo la misma función que el pronombre relativo:

*Tenía un perro enfermo al que había que cuidarlo mucho,

en lugar de Tenía un perro enfermo al que había que cuidar mucho;

*«Es una cosa que la puedo compartir» (Clarín [Arg.] 20.6.01),

en lugar de Es una cosa que puedo compartir.

A veces, el uso del pronombre átono lleva incluso a suprimir la preposición exigida por la función que cumple el relativo:

*El hermano de tu amiga, que lo conocí ayer, es muy simpático,

en lugar de al que conocí ayer;

*«Existe [...] algo que le llaman tecnología» (Proceso [Méx.] 8.9.96),

en lugar de a lo que llaman tecnología.

La ausencia de preposición ante el relativo se suple, en el caso de los complementos circunstanciales o de régimen, introduciendo en la oración de relativo un pronombre personal tónico precedido de la preposición que debería llevar el relativo:

*Voy a salir con el chico que te hablé ayer de él,

en lugar de Voy a salir con el chico del que te hablé ayer.

Es un fenómeno similar al de la sustitución del relativo cuyo por el relativo que seguido de un posesivo:

«Existen productos como el DDT y el Paraquat [...], que su uso ha sido prohibido» (Siglo [Pan.] 10.4.97),

en lugar de cuyo uso ha sido prohibido." [RAE: Diccionario panhispánico de dudas. Madrid, 2005, p. 542]

Duplicado pronominal en otros idiomas

«De las lenguas románicas, es el español la más inclinada a la anteposición del complemento y a su reiteración anafórica mediante el pronombre. Sin embargo, parece más prudente decir que esta peculiaridad se da en todas las lenguas románicas y que la frecuencia de su uso depende de la inclinación personal de los escritores. En cuanto a los traductores, su elección dependerá de la estructura del original y de su propia capacidad. La traducción siguiente, al evitar la construcción con pronombre, produce una traducción inaceptable:

fr. “Poupette, elle, on la mariera”, disaient mes parents avec confiance.

esp. “Poupette se casará”, decían mis padres con confianza.

it. Poupette, la sposeremo.

port. Poupette, nós a casaremos.

Se trata de una traducción inadecuada, en la que se pierde el protagonismo de los padres en el casamiento de Poupette, sólo ligeramente velado en el original por el pronombre indefinido on. Una traducción más adecuada sería: A Poupette, la casaremos.

Veamos otros ejemplos de esta construcción románica:

fr. Ses autres camarades, elle les trouvait fades et sottes.

esp. A sus otras compañeras las encontraba insípidas y tontas.

it. Le altre compagne le trovava stupide e insulse.

port. As outras camaradas, ela as achava insôssas e tôlas.

Las tres traducciones se atienden al orden del original, anteponiendo el objeto directo y recogiéndolo luego mediante el pronombre las, le, as.

Son las lenguas germánicas, alemán e inglés, las que no disponen de este recurso del pronombre anafórico reiterador del objeto antepuesto:

al. Die anderen Klassenkameradinnen fand sie fad und albern.

ing. Her other classmates she found stupid and dull.

La traducción española debería ser:

A las otras compañeras de clase las encontraba insulsas y tontas.

Estas normas tan sencillas las ignoran o quebrantan con frecuencia nuestros traductores. [...]

El pronombre puede anticipar igualmente un objeto indirecto. [...]

Las cuatro lenguas románicas tienen el pronombre me, mi, reiterador del objeto directo Moi: A mí, A me, A mim, que inicia la frase. Falta el pronombre reiterador en alemán y en inglés. [...]

El francés prescinde con más facilidad que el español del pronombre reiterador del objeto.»

[García Yebra, V.: Teoría y práctica de la traducción. 2 vols. Madrid: Gredos, ²1984, § 89]

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